Préstamos para estudios, lo que debes saber antes de solicitar uno

Cursar una carrera cuesta una media de 6.000 € en España y el precio puede dispararse dependiendo del grado elegido y de la universidad. Por eso, cada vez son más habituales los préstamos para estudios. Esta fórmula de financiación tiene sus ventajas y también sus desventajas.

Las deudas no son un buen compañero de viaje y “terminarán afectando al resto de tu vida en cuestiones tan básicas como comprar un coche o una casa o emprender tu negocio al terminar la universidad”, explica Luis Pita, CEO de Preahorro.com, que recomienda evitar la deuda a toda costa.

Sin embargo, Pita reconoce que la formación es una de las excepciones donde tiene sentido pedir un préstamo porque “es una inversión a largo plazo, una apuesta por ti y por tus capacidades”. Pasar por la universidad se traduce en mejores salarios y en mejores puestos de trabajo. Según los datos del Informe Infoempleo Adecco, un universitario cobra un 36% más que una persona con el Bachillerato o un FP de grado medio.

Ventajas de los préstamos para estudios

Los préstamos para cursar una carrera tienen tres ventajas frente a otro tipo de préstamos.

  • Tipos de interés más bajos que un préstamo personal. El tipo de interés marca el dinero adicional que hay que devolverle al banco, sumado a la cantidad que te prestó. El tipo medio para un préstamo personal ronda el 7,3% según el Banco de España, mientras que en los préstamos para estudios oscila entre el 3,5% y el 6%.
  • Comisiones más reducidas. Los bancos también cobran comisiones por conceder el préstamo y por adelantar parte de la deuda antes de que finalice el plazo, pero son más bajas.
  • Puedes empezar a devolver el préstamo más tarde. Esto es lo que se conoce como periodo de carencia y significa que no hay que empezar a devolver el préstamo hasta pasados unos años desde que se solicita e incluso hasta encontrar trabajo.

Desventajas de los préstamos universitarios

Un préstamo puede ayudarte a estudiar la carrera pero también puede condicionar tu futuro profesional. “Terminar la universidad endeudado puede afectar a todas las decisiones que tomes a lo largo de tu vida, empezando por tu carrera profesional”, recalca Pita. “Si tienes que devolver el préstamo de estudios al terminar la carrera, es lógico que busques trabajos mejor remunerados en lugar de trabajos que realmente te gustan. Si tu sueño es trabajar en una ONG, puedes tener que posponerlo para trabajar en una multinacional que te pagará más y te permitirá devolver antes el crédito universitario”.

¿Qué se puede hacer para que el pago del préstamo no afecte a tu futuro? Aprender a distinguir un buen préstamo de estudios de otro que no lo es. “En los préstamos para estudios hay dos datos clave que conviene revisar: el tipo de interés y los periodos de carencia” estima el CEO de Preahorro.com.

Además, como con cualquier deuda, asumes la obligación de devolver el dinero más los intereses. Si no lo haces, el banco podrá desde embargar tu nómina a ir a por los bienes de tus padres si avalaron el préstamo.

Cómo elegir el mejor préstamo para estudiar

1.Presta atención al tipo de interés, pero no olvides la TAE

El tipo de interés determina los intereses que se pagarán por el préstamo. En un préstamo universitario, el tipo de interés depende de si tienes o no cuenta con el banco, si estás trabajando ya o si tus padres u otras personas avalan el préstamo (avalar implica que si tu no pagas, el banco podrá reclamarles a ellos la devolución del dinero).

A la hora de comparar el tipo de interés “es importante diferenciar entre el TIN y la TAE”, indica Pita. El Tipo de Interés Nominal (TIN) hace referencia al porcentaje fijo que se pacta como pago por el préstamo, mientras que la Tasa Anual Equivalente (TAE) suma al interés nominal, el resto de los gastos y comisiones del préstamo. Por eso mismo siempre será mayor que el tipo nominal.

Para entenderlo mejor, imagina que estás comprando unas zapatillas online en Amazon, el TIN sería el precio de las zapatillas, mientras que la TAE también incluiría los gastos de envío. ¿Cuál es la que tomarías como referencia? “La TAE es el dato que debes usar para comparar dos préstamos”, indica Pita.

2.Negocia un periodo de carencia

El periodo de carencia es el tiempo que tienes hasta empezar a devolver el préstamo, es como un colchón de seguridad. Te permite enfocarte en los estudios y no tener que preocuparte por el préstamo hasta que termines la carrera.

Además está el plazo, los años que vas a tardar en devolver el dinero. La mayoría de los préstamos universitarios permite plazos de hasta 10 años, para que las cuotas a devolver sean más reducidas, pero “un préstamo largo también hará que pagues muchos más intereses y le interesa al banco más que a ti”, apunta Pita.

3.Busca un préstamo que tenga comisiones bajas

La mayoría de los préstamos incluyen una comisión de apertura de hasta el 3% o imponen pagar un mínimo de 60 euros. Pero debes prestar especial atención a la comisión por amortización anticipada que es el porcentaje que tendrás que pagar si quieres devolver el préstamo antes de tiempo. Normalmente se calcula sobre la cantidad que adelantas y nunca puede superar el 1%. Es importante que esta comisión sea lo más baja posible e incluso que no se incluya para poder devolver antes el préstamo sin ninguna penalización.

Como verás, los préstamos universitarios son una buena herramienta para financiar los estudios universitarios, siempre que sepas gestionarla de forma adecuada.

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