¿Qué puedo aprender en una escuela de negocio?
El enfoque práctico e innovador de las escuelas de negocio las ha situado como un importante competidor de la universidad. Te contamos en qué se diferencian de las instituciones de enseñanza clásicas.
Las escuelas de negocio surgieron como respuesta a la demanda de profesionales especializados en la gestión de empresas. La primera escuela de negocios que se abrió en España fue la EOI (Escuela de Organización Industrial) en 1955. Ahora, algunas escuelas de negocio españolas como IESE, IE o Esade ocupan las primeras posiciones del ranking Forbes que recoge los mejores MBA del mundo.
En las escuelas de negocios se imparten principalmente disciplinas relacionadas con la economía y la empresa, aunque ahora han incorporado temas relacionados con la digitalización. Se imparten grados y estudios de posgrado, pero el programa estrella es el MBA (Master in Business Administration). “En Esade se imparten grados en Administración y Empresas y máster de especialización o los masters of science, con un perfil de recién graduado. También formación para ejecutivos con programas como los máster ejecutivos, los programas in/on que combinan la enseñanza on line y presencial y los MBA”, señalan desde Esade.
¿En qué se diferencian las escuelas de negocio de la universidad?
Las principales diferencias se centran en el tipo de formación, el perfil del profesorado, los precios, las becas y las salidas laborales.
- Los planes de formación de la universidad son más formales y están más reglados que en la escuela de negocio que pueden diseñar sus títulos propios en función de las necesidades de las empresas. Los programas de la escuela de negocios están enfocados a prepararte para un puesto directivo en la empresa desarrollando las habilidades personales o soft skills.
- Los profesores en una escuela de negocio son generalmente profesionales en activo que compaginan su labor docente con la actividad profesional, mientras que en la universidad se dedican más a la enseñanza.
- El precio de los MBA depende de la duración y del tipo de formación, si es on line o presencial, aunque son más caros en las escuelas de negocio. Un MBA en una universidad pública puede tener un precio de 4000 €, mientras que en una escuela de negocios reconocida rondará los 25000 €.
- Las escuelas tienen programas de becas para pagar los gastos de matrícula y acuerdos con las entidades financieras para conseguir créditos.
- En cuanto a la inserción laboral, las escuelas de negocios tienen convenios con empresas para la gestión de prácticas y bolsas de empleo cuando los estudiantes finalizan su formación. Una de las ventajas de las escuelas de negocio es el networking profesional.
¿Cómo son los estudiantes que hacen un MBA?
El alumnado de las escuelas de negocio es muy variado. El grupo mayoritario está formado por graduados de ADE, también hay graduados en ingeniería, que quieren acceder a posiciones de gestión, y graduado en economía, que desean adquirir un mejor conocimiento del funcionamiento interno de una empresa.
Con relación a la edad, existen programas específicos para recién graduados y otros MBA con un perfil más senior. En algunos programas se exige que los alumnos tengan experiencia profesional.
Xavier Llop es ingeniero industrial y ha finalizado un Full Time MBA en Esade, un programa presencial de duración flexible de 12 a 18 meses que finalizó en 15 meses. “Elegí este MBA porque es un programa “customizable”. Se pueden elegir clases y actividades adicionales para complementar y aplicar lo aprendido en las clases. Un ejemplo es el Challenge Based Innovation, un proyecto multidisciplinar junto al CERN donde los estudiantes idean soluciones innovadoras a problemas sociales”.
Xavier tuvo que superar la prueba GMAT, presentar varios ensayos y una entrevista presencial para ver si “encajaba por perfil y aspiraciones profesionales, pero, sobre todo, como persona”. Xavier califica la experiencia del MBA como muy positiva a nivel educativo y personal. El método de enseñanza le ha permitido aprender nuevos conocimientos y desarrollar las soft skills necesarias para progresar profesionalmente. “En mi trabajo me ha servido para pasar de una posición muy técnica a una posición en operaciones que combina técnica y gestión”.
Marcela Pomés es graduada en ADE y cursó un MBA en el Instituto de Empresa para complementar su formación. “Elegí esta escuela por el prestigio que tenía y porque el programa duraba un año”. Reconoce que la experiencia de estudiar un MBA fue muy buena y le sirvió para entrar a trabajar en una multinacional”. En las escuelas de negocio, un 40% del alumnado es femenino.
En resumen, una escuela de negocio ofrece una formación más flexible y práctica que la formación universitaria. Además, facilita las prácticas en empresas y la inserción laboral de los alumnos.