¿A qué oposiciones me puedo presentar con el grado de Derecho?
La carrera de Derecho tiene mucho de vocación. Películas como Algunos hombres buenos, Philadelphia o Civil Action y series como Suits, The Good Fight, American Crime History o Cómo defender a un asesino han creado una imagen muy atractiva de la profesión de abogado, pero Derecho tiene más salidas.
Es habitual que los estudiantes quieran estudiar el grado de Derecho para entrar a trabajar en un bufete y convertirse en un gran abogado defensor. Esa visión puede cambiar al pisar la universidad, cuando descubres que hay todo un mundo de trabajos públicos esperándote más allá del puesto de fiscal o juez.
Si en algo es rica la carrera de Derecho, es en salidas laborales relacionadas con las oposiciones. “Me he planteado varias veces preparar oposiciones cuando termine la carrera e incluso he cambiado varias veces de opinión sobre qué oposición preparar”, descubre George Daniel, estudiante de último año de Derecho a falta de 5 asignaturas para terminar la carrera. Policía Nacional o Guardia Civil fueron su primera opción y de ahí ha cambiado hacia otras alternativas dentro de la Agencia Tributaria.
Su caso no es único. Incluso quienes ejercen en bufetes aseguran que opositar es una gran opción. “Es tan buena, que considero que es la mejor”, sentencia Ignacio R. de la Riva, socio en De la Riva y Pastor Abogados.
Ventajas de opositar tras estudiar Derecho
- Tener un trabajo fijo para toda vida. La gran ventaja de las oposiciones para abogados es la misma que la de cualquier otro opositor: “si uno aprueba sabe que tiene un puesto de trabajo asegurado para toda la vida”, indica Jorge Pérez Soler, letrado y asesor fiscal en Ponter Abogados y Asesores.
- Opción para quienes la práctica de la abogacía no les atrae porque es difícil acceder a un bufete.
- Dan al jurista “una visión completa del Derecho, que no se limita a asignaturas o materias concretas”, a lo que se suma “la eficacia del razonamiento jurídico y la posibilidad de abordar con solvencia y agilidad cualquier problema según De la Riva. Además, “los conocimientos adquiridos a base de estudio van a representar la base de lo que va a ser un gran profesional”. según Pérez Soler.
¿Qué oposiciones hay para licenciados en Derecho?
Como graduado puedes acceder prácticamente a cualquier oposición, salvo las que precisen de perfiles técnicos específicos. Estas son las más conocidas:
Oposiciones a Jueces y Fiscales
Es una de las oposiciones más exigentes. Constan de tres pruebas, un test y dos exámenes orales con un total de 320 temas a estudiar. El proceso selectivo es el mismo para Jueces y Fiscales y como explica Patricia (nombre ficticio), hoy ayudante del fiscal, es importante tener claras cuáles son tus preferencias y en qué momento aplicar. Patricia hizo las oposiciones tras terminar la carrera con el objetivo de ser juez y las aprobó como una de las mejores de su promoción. Sin embargo, desde el tribunal de selección le explicaron que, por su edad y falta de experiencia jurídica, no le concederían la plaza de jueza en ese momento y “me recolocaron en la fiscalía para que “me curtiese”.
Oposiciones a Letrados de la Administración de Justicia
Es una oposición de nivel A1 que consta de tres pruebas: un examen oral, un test y un ejercicio práctico. Su temario tiene partes en común con el de Jueces y Fiscales y por eso es habitual pasar de una oposición a otra en función de las plazas que salgan a concurso cada año. Con estas oposiciones puedes convertirte en fedatario público y letrado del Estado.
Oposiciones a Gestión Procesal
Estas oposiciones te convertirán en gestor de procesos, no sólo judiciales. Tu labor consistirá en gestionar las tareas procesales, tal y como se describen en el artículo 476 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. El temario consta de 68 temas y es común a las oposiciones de Tramitación Procesal, por lo que puedes presentarte a las dos. La clave, como explican desde OpositaTest, es que los exámenes de Gestión Procesal suelen ser antes que los de Tramitación.
Oposiciones a Tramitación Procesal
Si el foco del gestor es gestionar, las del tramitador es tramitar autos y expedientes y sirve de apoyo a los gestores. Para estas oposiciones basta con tener bachillerato, por lo que suele haber más candidatos. Haber cursado Derecho te dará la ventaja de conocer buena parte de los términos del temario, que consta de 31 temas.
Oposiciones a Auxilio Judicial
Consta de 27 temas, puede presentarse cualquier persona con la ESO y por eso son las oposiciones a las que más personas se presentan.
Además, hay otras oposiciones en las que los estudiantes de Derecho cuentan con ciertas ventajas:
- Notario. Son profesionales con estudios de Derechos a los que el Estado dota de la capacidad de dar carácter público a documentos privados y autorizarlos con su firma.
- Agentes de la Hacienda Pública puede ser una buena salida para quienes les interese el Derecho Financiero o la Contabilidad. Esto es precisamente lo que hizo que George Daniel a partir de cuarto de carrera tras una charla de un agente en la universidad .
- Oposiciones de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias son idóneas para los licenciados a los que les guste el Derecho Penal y Penitenciario, aunque también tienen una carga importante de psicología.
¿Qué oposiciones son más difíciles?
Como en todo, hay oposiciones más fáciles y otras más difíciles. Esta dificultad vendrá dada por el temario y por el número de aspirantes. Normalmente cuanto más exigente sea el temario o los requisitos de entrada, menos competencia, pero más complicado será aprobar.
De la Riva considera que “letrado del Consejo de Estado, abogado del Estado y letrado de las Cortes Generales son las más exigentes, pero también las más formativas, Judicaturas o Notarías están en un tramo medio de dureza”. Mientras que las oposiciones más asequibles por temario “son las que se dirigen a nutrir algunos cuerpos de funcionarios de comunidades autónomas o al servicio de entidades locales”.
Jorge Pérez distingue al hablar de dificultad entre “las oposiciones con examen oral, que llevan la cabeza a un nivel superior de tensión y estrés en el día a día y las que solo cuentan con pruebas por escrito”.
En cualquier caso, si estás pensando en opositar, debes saber que la media para conseguir una plaza de funcionario es de dos años y medio, aunque el tiempo varía mucho en función de tu capacidad de estudio y la oposición que escojas. Los recursos disponibles también cuentan. George Daniel explica que entre los compañeros que ya están preparando las oposiciones es habitual acudir a academias y contar con preparadores particulares. El coste dependerá de la academia y de la oposición, pero oscila entre los 1000 y los 4000 €.
¿Y si lo tuyo no son las oposiciones?
El camino del opositor no está precisamente plagado de rosas. Es necesario tener una situación familiar concreta que te permita estar varios años sin aportar ingresos en casa. Al final, “las plazas que salen a concurso cada año son pocas y pueden pasar años hasta que consigas una”, recalca George Daniel.
Ignacio R. de la Riva apuesta por completar la formación “preferiblemente en algún máster de cualquiera materia relacionada como Recursos Humanos, Asesoría Empresarial o Práctica de la Abogacía si lo que se desea es ejercer la profesión de abogado”. ¿Qué máster estudiar? Uno relacionado con una materia que te haya gustado en la carrera, ya que con eso “nos aseguramos entrar en un despacho a través de las correspondientes prácticas, y además hacerlo en relación a una disciplina que es de nuestro agrado” recomienda Jorge Pérez.