¿Merece la pena estudiar un doble grado?

La oferta de dobles grados aumenta cada año como respuesta a las demandas de las empresas. Las universidades crean los doble grados que necesitan las empresas y los alumnos consiguen dos títulos en menos tiempo pero ¿merece la pena estudiar un doble grado?

Con el Plan Bolonia cambió la duración de los grados; las carreras de cinco años pasaron a ser de 4 años, mientras que se crearon los dobles grados, con los que se obtienen dos titulaciones en 5 años. A simple vista estudiar un doble grado tiene ventajas porque en menos tiempo consigues más conocimientos y titulaciones. La contrapartida es que un doble grado exige un mayor esfuerzo al alumno, hay que estudiar más créditos por año, por lo que hay que analizar bien las ventajas y desventajas antes de tomar la decisión.

Muchos dobles grados pero pocas plazas

La oferta de grados es tan abrumadora que quizás la dificultad de elegir una sola carrera es una de las razones del aumento cada año del catálogo de dobles grados. El año pasado había más de 1.180 dobles grados en las universidades españolas, según los datos del Ministerio de Educación. En general, predominan los dobles grados en Ciencias Sociales y Derecho, destacando el doble grado de ADE y Derecho que es el que más matriculaciones recibe cada año. Por detrás quedan los dobles grados de Artes y Humanidades; Ingeniería, Industria y Construcción, Ciencias e Informática.

Acceder a un doble grado no es fácil porque la nota de corte en algunas titulaciones es muy alta por la excesiva demanda y la escasez de plazas ofertadas en algunas facultades. Como muestra la nota de corte que piden en el doble grado de Matemáticas y Física de la Universidad Complutense de Madrid, 13,667 puntos, que es la nota de corte más alta de España, porque solo dispone de 25 plazas.

La Universidad Francisco de Vitoria ofrece más de 20 titulaciones de doble grado que “responden a las necesidades de las empresas” según Barbará Segués, directora de Información y Admisiones de la Universidad Francisco de Vitoria. “Hay dobles grados muy clásicos que siguen siendo tendencia, pero hay otros muy novedosos como puede ser Ciberseguridad y Business Analytics que surgen de lo que consideramos que va a ser una necesidad en el mercado”.

Eliges lo que te gusta y lo completas con lo que necesitas

Paloma Alcalde estudia 3º del doble grado Ciencia Gestión e Ingeniería de servicios de marketing en la Universidad Rey Juan Carlos porque tenía claro que quería estudiar Marketing “pero pensé que esa carrera sola se iba a quedar muy escasa, así que decidí buscar un grado para completarla”. Reconoce que le atrajo el nombre del doble grado y decidió investigar “no tenía muchos conocimientos informáticos, pero vi que era una buena combinación estudiar marketing con informática para enfocarme en el futuro en el marketing digital”.

Marta Gimeno ha empezado este curso el doble grado de ADE y Marketing en la Universidad CEU San Pablo “tengo interés por las dos carreras, me encanta el mundo de las empresas y la economía y soy una persona bastante creativa”. Aunque se inclina más por marketing pensó que ADE es una carrera que tiene muchas salidas, “si el día de mañana no encuentro un trabajo relacionado con el marketing siempre tendré la opción del ADE”. En su caso reconoce que la decisión fue muy premeditada “tengo TDA (Trastorno de Déficit de Atención) y tenía muy claro que debía coger una carrera que me gustase porque eso nos motiva y nos hace más ameno el estudio a las personas con TDA”.

Más oportunidades laborales…

La ventaja principal de estudiar un doble grado es que “amplía los horizontes laborales, porque da mas opciones al graduado a la hora de incorporarse al mercado laboral”, señala Segués. “Si estudias Periodismo puedes trabajar en un medio internacional, pero si haces Periodismo y Relaciones Internacionales estás capacitado para trabajar en organizaciones internacionales, ongs… porque te aporta un perfil más diferencial”.

En los dobles grados se busca afinidad entre los grados favoreciendo una formación más completa y versátil al alumno. “Estudiar una carrera con grandes salidas que me va a aportar muchos conocimientos en ámbitos económicos fundamentales para mi aprendizaje combinada con el marketing que es todo creatividad es lo que más me gusta del doble grado”, confiesa Marta. Como tiene un carácter emprendedor planea crear su propia empresa en el futuro “gracias a ADE tendré conocimientos que me ayudarán a conseguirlo”.

… pero más esfuerzo durante la carrera

Al completar el programa de dos carreras en 5 años es mayor el número de créditos que se estudian cada curso. En un grado convencional se estudian 60 créditos al año, mientras que en un doble grado la media son 72 créditos. “Tiene mucha más carga lectiva y requiere muchas más horas de estudio por parte del alumno” apunta Segués. “Yo siempre digo que un doble grado es un doble esfuerzo. El alumno tiene que ser consciente de este esfuerzo porque le impide vivir otras experiencias propias de la vida universitaria como los viajes, actividades deportivas…”.

Por esta razón el proceso de selección de los alumnos es muy minucioso en los dobles grados. “No tiene que ver solo con la capacidad intelectual del alumno sino con el grado de madurez con el que llega a la universidad” señala la responsable de Admisiones de la Francisco de Vitoria. “La prueba de selección es la misma que para un grado pero comparamos el perfil universitario que se requiere para cada doble grado”. Además de tener aprobada la EBAU deben tener un 7,5 en Bachillerato para hacer la prueba de acceso a un doble grado. “Si un alumno de doble grado no supera el 75% de los créditos en el primer año, le obligamos a abandonar uno de los dos grados”, aunque Segués reconoce que esta situación se produce pocas veces.

¿Compensa estudiar un doble grado?

Estudiar un doble grado no es la única alternativa. Hay alumnos que completan su formación tras el grado con un máster para especializarse o también se puede simultanear el estudio de dos titulaciones diferentes. “Es una buena opción para las personas que están indecisas entre dos carreras que están relacionadas, pero si tienes claro que te gusta algo deberías centrarte en eso” apunta Marta.

Como desventaja, Paloma señala que “muchas veces parece que no estas estudiando ni una ni otra carrera. No terminas de centrarte en un área”. Sin embargo, a ella le ha servido para descubrir su futuro “cuando termine la carrera en un par de años me gustaría formarme en neuromarketing, gracias a una asignatura de la carrera descubrí que era a lo que me quería dedicar de verdad y como he aprendido muchísimo sobre la gestión y administración estoy segura de que allá donde vaya podré aplicarlo”.

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