Bootcamps: qué son y qué pueden ofrecerte

Los bootcamps son cursos intensivos que tienen el objetivo de preparar al alumno para el mercado laboral en unas pocas semanas. Su principal característica es que conciben la enseñanza de una forma muy práctica. Si te preguntas si un bootcamp puede sustituir a un grado universitario, te damos las respuestas.

Gracias a la reciente expansión de las TIC a todos los campos de la vida moderna, se ha producido una revalorización de este tipo de cursos, que se iniciaron en el campo de la programación pero ahora abarcan gran parte de los temas relacionados con las TIC (diseño web, data science, machine learning, ciberseguridad). El mercado laboral necesita perfiles digitales especializados y los bootcamps ofrecen esta formación.

¿Qué es un bootcamp?

El fenómeno bootcamp es muy reciente. Surgió en Silicon Valley (Estados Unidos) en 2012 para cubrir las necesidades que tenían las empresas digitales de perfiles que no encontraban en el mercado. En España, el primer bootcamp apareció en 2013, hoy la fiebre de los estos campos de entrenamiento se ha extendido por varias ciudades y se han ampliado los contenidos.

Un bootcamp traslada la filosofía de enseñanza de los campos de entrenamiento militares americanos a la formación tecnológica. “Son cursos cortos, intensivos, enfocados en la práctica que te forman para lo que pide el mercado laboral”, apunta David Monreal, fundador de SkyLab Coders.

La duración de los bootcamp está en una media de 10 semanas, son programas intensivos para aprovechar el tiempo al máximo. Son muchas horas cada día y se imparten muchas materias en muy poco tiempo.

El perfil de los alumnos es muy variado, según David, desde ingenieros informáticos a gente que nunca ha tenido un contacto con la programación, “aunque sí un interés porque es algo fundamental para realizar esta formación”. La edad media está sobre los 25 años, aunque aquí también hay un abanico amplio, desde alumnos de 15 años a más de 50 años”.

¿Qué titulación puedo conseguir con un bootcamp?

Los bootcamps carecen de las regulaciones que aplican a los formatos de educación más tradicionales, como pueden ser los grados universitarios o de formación profesional. Gracias a esto, disfrutan de una gran flexibilidad, que les permite realizar cambios en el currículo sin la burocracia que frenaría a una institución tradicional. Esto garantiza que pueden ofrecer información sobre las prácticas y tecnologías más recientes.

Sin embargo, esta falta de regulaciones también tiene sus inconvenientes, ya que distintos bootcamps con el mismo nombre pueden tener diferente contenido, prácticas e incluso duración. Además, tampoco tiene un reconocimiento oficial su titulación por lo que hay que ser muy selectivo a la hora de elegir el curso. “Como no podemos dar un título oficial tenemos que dar al alumno una formación que le permita defenderse en el mercado sin necesidad de un título, tenemos que enseñarle a trabajar de una determinada manera y no cometer errores”, señala David.

¿Para qué sirve un bootcamp?

Los bootcamps se centran en enseñar lo necesario para trabajar. Son de naturaleza muy práctica e intensiva. Gracias a esto, puedes dar un gran empujón a tu curriculum en apenas unos meses de estudio. Óscar Medina trabaja como programador en Proppos donde llegó después de hacer un bootcamp de programación. “Había terminado un grado medio en sistemas microinformáticos y redes y quería hacer el grado superior de desarrollo web pero decidí estudiar un bootcamp porque lo podía hacer en menos tiempo y acceder a una formación en últimas tecnologías”.

Óscar reconoce que esta formación le dio las bases de lo que es el trabajo de programador. “No solo te forma con los conocimientos que necesitas para llevar a cabo tu trabajo, sino que te prepara para enfrentarte a los problemas que van a surgir en el día a día de un programador”.

¿Cuánto cuesta un bootcamp?

Este tipo de cursos está disponible en un amplio rango de precios, pero generalmente se encuentran en una horquilla entre 4.000 € y 10.000 €. Al ser cursos de pocas semanas, el precio hora es muy caro. “Invertí el finiquito de la empresa en la que trabajaba cuando se me acabó el contrato para pagar el curso y con el paro me pagué la estancia en Barcelona”, cuenta Óscar.

No obstante, algunos bootcamps ofrecen becas a los alumnos, la más común es hacer descuentos a mujeres para aumentar su presencia en este sector. “En SkyLab no tenemos esas becas porque creemos que no es la solución adecuada para fomentar la presencia de la mujer, pero buscamos vías de financiación para los alumnos”, señala David.

¿Complemento o sustituto de una ingeniería?

Esta cuestión no tiene una única respuesta porque depende de los objetivos que tiene cada uno. “Una ingeniería en Informática abarca un conocimiento más amplio que la programación que es en lo que se centra un bootcamp”, señala David Monreal. “Pero puede ser desalentador para una persona que ha estudiado una ingeniería de 4 años ver que otra le lleva 3 años y 7 meses de ventaja porque había un camino más corto para estudiar programación. Con un bootcamp no se trata solo de aprender a programar sino de trabajar como programador”.

Sin embargo, al centrarse solo en la programación en la mayoría de los bootcamps se pierde el trasfondo teórico y la profundidad que aporta un curso de mayor duración. Además, la dureza de este tipo de cursos es mayor que la que encontrarías en un grado convencional, dado el corto periodo de tiempo en que se desarrolla.

Si comparamos el precio, aunque es más barato que una carrera universitaria privada, e incluso que una pública, un bootcamp abarca menos contenidos.

En resumen, los bootcamps son una manera fantástica de conseguir el conocimiento y las acreditaciones necesarios para acceder al mercado laboral. Sin embargo, debes tener en cuenta que no son sustitutos perfectos para una educación superior convencional, aunque pueden servir como un excelente complemento.

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